Ingredientes para Tarta de queso sin gelatina ni cuajada
Para la base de la tarta: 150 g. de galletas tipo María
55 g. mantequilla
Para tarta de queso: 400 g. de queso crema
200 g. de nata o crema de leche para montar (35% M.G.)
120 g. de azúcar
Molde 18 - 20 cm. de diámetro
200 g. de nata o crema de leche para montar (35% M.G.)
120 g. de azúcar
Molde 18 - 20 cm. de diámetro
Preparación de la base de galletas de la tarta de queso
Trituramos las galletas con un robot de cocina o con la ayuda de un mortero.
Cuando las tengamos reducidas a migas, les incorporamos la mantequilla que previamente habremos derretido.
Mezclamos bien con un tenedor hasta que se empapen todas las migas de la grasa de la mantequilla.
Forramos la base de un molde desmoldable.
Extendemos las migas de galletas por toda la base del molde.
Introducimos el molde con la base de galletas en el horno, previamente caliente a 180º C. Horneamos la base durante unos 10 minutos.
Al hornear la base conseguimos que no se deshaga con tanta facilidad en el momento de cortar la tarta. Además de aportar un sabor extra al postre.
Una vez que la base de galletas esté horneada, la retiramos del horno y dejamos que se enfríe mientras preparamos el relleno.
La otra opción sin horno es añadir 50 gr. más de mantequilla y dejar en la nevera hasta que se solidifique por acción del frío.
Trituramos las galletas con un robot de cocina o con la ayuda de un mortero.
Cuando las tengamos reducidas a migas, les incorporamos la mantequilla que previamente habremos derretido.
Mezclamos bien con un tenedor hasta que se empapen todas las migas de la grasa de la mantequilla.
Forramos la base de un molde desmoldable.
Extendemos las migas de galletas por toda la base del molde.
Introducimos el molde con la base de galletas en el horno, previamente caliente a 180º C. Horneamos la base durante unos 10 minutos.
Al hornear la base conseguimos que no se deshaga con tanta facilidad en el momento de cortar la tarta. Además de aportar un sabor extra al postre.
Una vez que la base de galletas esté horneada, la retiramos del horno y dejamos que se enfríe mientras preparamos el relleno.
La otra opción sin horno es añadir 50 gr. más de mantequilla y dejar en la nevera hasta que se solidifique por acción del frío.
Con lo que tendréis una base un poco más dura a la hora de cortar. Pero es otra forma de preparar la base de la tarta sin horno.
Preparación de la tarta de queso sin gelatina
En un bol combinamos todos los ingredientes de la tarta, el queso crema y el azúcar. Es importante que el queso esté a temperatura ambiente para poder trabajarlo con facilidad. Batimos hasta conseguir una crema suave y lisa.
Montamos la nata hasta que quedé bien firme y mezclamos con cuidado con el queso y azúcar. De manera envolvente para que no se baje la crema. Debe quedar homogénea.
Podemos añadir a la tarta algún tipo de condimento que le aporte un sabor extra. Los aromatizantes que os recomiendo son: Ralladura de limón o naranja, semillas de cardamomo molidas o incluso el interior de una vaina de vainilla.
Montamos la nata hasta que quedé bien firme y mezclamos con cuidado con el queso y azúcar. De manera envolvente para que no se baje la crema. Debe quedar homogénea.
Podemos añadir a la tarta algún tipo de condimento que le aporte un sabor extra. Los aromatizantes que os recomiendo son: Ralladura de limón o naranja, semillas de cardamomo molidas o incluso el interior de una vaina de vainilla.
Volcamos la crema sobre la base de galleta ya fría y regularizamos la superficie hasta dejarla lo más lisa posible.
Guardamos la tarta en el frígo durante una noche o unas 8-10 horas. De un día para otro sería perfecto.
Desmoldamos la tarta con cuidado y la trasladamos a un plato bien bonito para servirla.
Podemos decorarla con cacao en polvo o la mermelada que más os guste.
Se trata de una tarta sencillísima que, pese a no tener entre sus ingredientes gelatina, alcanza una textura cremosa y consistente.
Guardamos la tarta en el frígo durante una noche o unas 8-10 horas. De un día para otro sería perfecto.
Desmoldamos la tarta con cuidado y la trasladamos a un plato bien bonito para servirla.
Podemos decorarla con cacao en polvo o la mermelada que más os guste.
Se trata de una tarta sencillísima que, pese a no tener entre sus ingredientes gelatina, alcanza una textura cremosa y consistente.
Es un postre súper económico que hará de vuestras sobremesas un disfrute.
No dejéis de disfrutar de todos los diferentes postres con queso que tenemos en el blog.
Podéis ver todas las fotos del paso a paso de esta receta de tarta fría de queso.
Consejos para una tarta de queso de rechupete
Esta tarta de queso es una tarta que fría, no necesita horno para su preparación. Salvo el que, de forma opcional podamos darle a la base de galletas para aumentar su consistencia a la hora de cortarla en porciones.
Esta tarta de queso es una tarta que fría, no necesita horno para su preparación. Salvo el que, de forma opcional podamos darle a la base de galletas para aumentar su consistencia a la hora de cortarla en porciones.
Aunque si no tenéis, sólo tenéis que enfriar la base de galleta en la nevera y evitar encender el horno.
Sólo necesitaremos un queso crema, nata y azúcar para la crema, y galletas y mantequilla para preparar una base clásica de tarta de queso. Os llamará la atención que, entre los ingredientes de este postre no está la gelatina.
No es un descuido ni un olvido. No necesitaremos gelatina para conseguir una consistencia cremosa y firma de la crema de esta tarta. Será la crema de queso y la nata, las que aportarán la textura necesaria para conseguir una estupenda tarta de queso.
Sólo necesitaremos un queso crema, nata y azúcar para la crema, y galletas y mantequilla para preparar una base clásica de tarta de queso. Os llamará la atención que, entre los ingredientes de este postre no está la gelatina.
No es un descuido ni un olvido. No necesitaremos gelatina para conseguir una consistencia cremosa y firma de la crema de esta tarta. Será la crema de queso y la nata, las que aportarán la textura necesaria para conseguir una estupenda tarta de queso.
Un postre que saldrá de rechupete sin necesidad de horno ni gelatina para conseguir firmeza y consistencia.
Se trata de un postre sabroso y fácil de preparar que nos permite múltiples modificaciones. Podemos añadir ralladura de limón o naranja, una cucharadita de esencia de vainilla aportará un punto de sabor, o incluso añadir virutas de chocolate.
Se trata de un postre sabroso y fácil de preparar que nos permite múltiples modificaciones. Podemos añadir ralladura de limón o naranja, una cucharadita de esencia de vainilla aportará un punto de sabor, o incluso añadir virutas de chocolate.
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